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A oscuras

De pronto se va la luz y se me apaga el ocio. Después me quejaré de los langostinos echados a perder, pero lo que me duele de verdad es que pase por mi lado ese torrente de emociones que viaja por el aire sin que lo pueda encauzar por mi pantalla como cada noche. Me noto como un agujero.

Paso el día pensando en ese ratito de anestesia del sufrimiento diario. Descarto cada momento de mi existencia, excepto esos que paso viviendo la vida de otros, existan o no. ¿Qué hago yo si se va la corriente? Si comienzo a vivir sólo tras las horas de trabajo diario, los quehaceres del hogar y las broncas con los niños. Si paso el día como un zombi y sólo despierto cuando me siento delante de alguna de mis ventanas indiscretas.

¿Qué hago cuando me dé cuente de que ese momento que me llena cada noche es en realidad cuando termino de ser yo? En este vacío, me doy cuenta de que he olvidado cómo vivir.

{ 1 } Comments

  1. fosfa | 03/08/2007 at 13:33 | Permalink

    Despierta joder. Tu mundo virtual se muere. Cultiva patatas, pasea por el campo, aprecia la lluvia. Sin luz se vive…y mejor.