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Adiós

Esta mañana me he muerto. Me he despistado un momento y la llama que animaba mi ser se ha apagado. Mi yo y mi ser se han evaporado en un instante, pero el amor que sentía se ha quedado flotando sobre mi cuerpo en forma de corazón. Me ha sorprendido ver que mi amor se quedaba atrás.

Al cabo de un rato mi mujer ha entrado en la habitación y me ha visto tendido en la cama. Primero ha pensado que seguía dormido y por eso no hay que tenerle en cuenta el empujón que me ha pegado. Luego ha visto que algo no iba bien y se ha preocupado. Al acercarse, la mitad del amor que yo había dejado atrás se le ha metido por la garganta y le ha cortado el aliento. También ha hecho que le saltasen las lágrimas. Supongo que es difícil hacerse cargo de tanto amor de sopetón.

Cuando han llegado mis hijos del colegio, mi amor ha quedado reducido a una pequeña esfera que giraba sobre sus llantos, hasta que han llegado mis padres y mis hermanos y la esfera se ha desintegrado. Han quedado guijarros de amor que al pasar por casa ha ido recogiendo la gente que me conocía. Cuando un vecino se ha llevado el último he sentido una paz que no sabía que me faltaba y he descansado de verdad.

Todo mi amor ha vuelto a casa y ya puedo dormir, para siempre. Espero que me recordaréis con cariño pero sin pesar.

{ 1 } Comments

  1. Monica | 05/11/2006 at 19:16 | Permalink

    Y nuestras cargadas lagrimas sin un lugar donde caer y sin querer ser olvidadas, en un ultimo aliento, un abrazo te dieron.
    Un BESO,
    Monica
    PD:…demasiada tristeza inunda mi alma