Skip to content

Cara sucia

Hace días que no me lavo la cara. La causa es un polvo ignorado. Dejad que me explique.

El miércoles pasado, al entrar en la ducha me encontré con que la pastilla de jabón había adelgazado considerablemente. Al principio pensé que mis hijos habían estado jugando con ella, pero cuando casi me mato por pisar la pequeña pastilla de jabón que había en el suelo comprendí lo que había pasado: soy tío. Mi, hasta hace poco, no tan pequeña tableta ablutora no era grande sin motivo, estaba preñada y ahora ha parido.

Esto es un problema, las miro y no puedo consumir a ninguna de los dos bajo la mirada acusadora de la otra, así que he dejado de limpiarme.

Ya sé lo que estáis pensando: “no te engañes, eso es que tus hijos partieron por la mitad la pastilla original”. Podría ser (¡ojalá!) si no fuera porque mi sobrina lisonjera es mestiza. Su madre es una pastilla de jabón blanca, pero ella es amarilla.

Por un momento creí adivinar una solución, salir a comprar gel de baño, pero la sola idea me hizo sospechar quién pueda ser el padre… y no puedo hacerle eso delante de las dos.

De felicidad o es cachondeito?