Disjuntos
Le sorprendió notar antes el fin de las pequeñas inconveniencias que la ausencia de caricias. Llevaban dos semanas sin tocarse y ni se había dado cuenta, pero al acostarse se quedaba intranquila, como si faltase algo. Hasta la tercera semana no cayó en la cuenta de que le faltaba el sonoro pedo con que su [...]