De golpe se me han terminado las excusas, los dioses del monte Fuji, hartos después de más de tres meses de comida a la brasa, han apagado las hogueras y el frío se ha adueñado del lugar. Anteayer estaba sudando la camiseta, hoy estoy sentado en casa con dos prendas de manga larga asomado a la posibilidad de sentir biruji del bueno.

Intelectualmente comprendo que es un problema de adaptación, en realidad no hace tanto fresco, es que mi cuerpo se ha acostumbrado a funcionar como un aire acondicionado industrial, empleando todos sus recursos en mantener como sea la temperatura corporal dentro de unos márgenes razonables y de la noche a la mañana alguien ha apagado el fogón. Y no miro a nadie; ¿eh? (invisibles deidades de la cima del volcán adictas al churrasco). Ahora tengo la mayor parte de las mitocondrias adormiladas, acostumbradas a vivir del aire como quien dice.

Es una de esas cosas que nunca nadie te explica y que refuerzan la postura de los que creemos que lo que se enseña en las escuelas son tonterías. ¿Cuántas veces os han explicado las partes de la célula a lo largo de vuestros estudios? ¿Y qué explican?

Que está muy bien si eres una enciclopedia o para jugar al Trivial, pero cuánto más ayudaría si después aportasen un poco más de información práctica.

Y entonces ya sabes a qué atenerte.

Biólogos del mundo, ¿para cuándo una praxis citológica?