Salgo a la calle e inmediatamente me cruzo con Manolo, el policía del barrio, que viene con dos lapos colgando del bigote y otro de la placa.
— Buenos días, Manolo ¡Ptu! — le acierto en pleno ojo derecho, ni le da tiempo a cerrarlo.
Me dispongo a continuar con mi día, pero hoy Manolo me coge del brazo con cara de mala leche.
— Emilio, ¿cuánto hace que nos conocemos?
— No se, Manolo. ¿Tres meses? — las matemáticas no son lo mío.
— ¿Y no te parece que va siendo ya hora de que me tires por lo menos un huevo de vez en cuando? Parece que simplemente quieras cumplir, y yo ya te considero casi de la familia.
¡Un huevo! ¡Me cago en todo! Si apenas nos conocemos. No había juzgado bien a Manolo, semejante inseguridad... yo solo le tiro huevos al guardia civil que salvó a mi padre de un atracador, y muy de vez en cuando1.
"Si un árbol cae en el bosque y nadie lo ve..." tiene dos interpretaciones:
- una te lleva a concluir que si no sabes sobre el pasado, no existe.
- la otra que si no entiendes el presente, seguro que el futuro no será como tu quieres.
Yo me quedo con la segunda. ↩